domingo, 12 de septiembre de 2010

PENSAMIENTO Y PERIODISMO QUE NO DISCRIMINA

Medios, discapacidad e imaginarios sociales, mirada desde el periodismo
Pluralidad informativa: De la normalidad a la diversidad

• Evolucionar del periodismo unidimensional y los medios centrados en la normalidad al pensamiento multidimensional con capacidad inclusiva para la diversidad.

• No basta con el lenguaje correcto si el pensamiento conserva el preconcepto.

• El acceso ganado con la tecnología no transforma per se el contenido. La humanidad padece una crisis de comunicación por exclusión.

• En las generalizaciones y lugares comunes al informar sobre discapacidad, subyace ausencia de conocimiento, rigor y carencia de pensamiento inclusivo, faltas graves contra el periodismo, derecho a la información y la comunicación, y contenidos de calidad en medios.

• Una mirada desde la experiencia en un proceso que abarca los recientes tres lustros desde el periodismo al servicio de la inclusión informativa y comunicativa.


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Las luchas de siempre por los derechos desde la discapacidad contra la segregación, discriminación, exclusión e invisibilidad, a favor de la dignidad humana, libertad y autonomía, han alcanzado beneficios comunes para todos en sociedad. Ese proceso se ha fortalecido para todos los grupos humanos en la era de los derechos y la prevalencia de la diversidad.

La condición de discapacidad abarca toda la diversidad humana. Está presente en todos los grupos humanos con todas sus clasificaciones. Personas agrupadas por edad, género, raza, geografía, ideología, religión, orientación, ocupación, hábitat. En lenguaje tecnocrático la discapacidad es transversal a toda la especie humana y ninguna persona está exenta de su probabilidad.

“No llegaré a ser amarillo, negro, blanco o indio a la vez. No seré alto, bajo, gordo o flaco al mismo tiempo. Soy hombre o mujer; niño, joven o adulto. Puedo haber nacido en Europa, Asia, Australia o América, Polinesia, Islandia o la Antártida y tener idioma, cultura y forma de vida diferente. Pero todos, desde nuestra diferencia de raza, talla, género, edad, origen, idioma o cultura, podemos tener además de la vida, algo en común, en cualquier momento…. una discapacidad. Por ello, construyamos un mundo para todos...” Disnnet Guía periodística para informar sobre discapacidad.

En medio de todas las discusiones y diferencias conceptuales, teóricas, religiosas, ideológicas, el noventa por ciento del género humano no acaba de asimilar ni aceptar esta realidad y no corrige las ideas comunes y equivocadas sobre el diez por ciento de sus congéneres que viven condición de discapacidad. La mayoría absoluta de las personas en esta situación no disfrutan ni participan de los derechos, beneficios, oportunidades que brinda la vida en sociedad, obstruidos en su desempeño por comportamientos de quienes permanecen anclados en el pensamiento de normalidad, comúnmente los tomadores de decisiones en el mando de lo público.

La humanidad sigue dividida entre personas normales y anormales, convención social y consumista contraria a la dignidad. Hoy no debe haber personas normales. No existe derecho a tildar a ningún ser humano de anormal.

La era globalizante de la sociedad informacional, oportunidad para la diversidad, mantiene el foco sobre un determinante del orden económico impuesto por la visión dominante del mundo. El preconcepto convencional de normalidad prevalece con su peso aplastante en obediencia plena al modelo de desarrollo basado en el consumo de bienes y servicios generadores de capital.

Todos los beneficios de acceso por supresión de barreras que otorga el desarrollo tecnológico, no alcanzan para transformar en suficiente medida el pensamiento segregador y excluyente que pende sobre cada ser humano que no presenta parámetros mínimos para los estereotipos de normalidad impuestos en una comunicación dirigida a cumplir con los resultados del consumo omnipresente, muy distante por encima de los derechos de todos a una representación social equitativa e inclusiva en la diversidad.

Medios, conflicto de intereses y contenidos validadores de preconceptos

De manera inconsciente, casi imperceptible, e incoherente con el fin de la economía global, una masa de consumidores ávidos excluidos con impedimentos generados por las barreras sociales, pensamiento estereotipado, preconceptos reforzados, permanece varada en su mayoría, sin ningún tipo de movilidad ni desarrollo humano, por el círculo vicioso de minusvalía que genera una masa compulsiva y cotidiana de mensajes en todas direcciones y por toda la diversidad de canales, con contenidos de incapacidad, vulnerabilidad, lástima y solidaridad distorsionada. Los niños especiales, personas especiales que solo sirven como anécdotas para el afecto y la misericordia monetaria, sin derecho a la inclusión y autonomía.

Estrategas del mercadeo de la discapacidad como sinónimo de ayuda, regalo, donación, filantropía abusiva, mecenazgo mentiroso, siguen reforzando imaginarios contrarios al pleno ejercicio de derechos, autonomía, capacidad y desarrollo humano que deben disfrutar todos los seres humanos en condición de discapacidad.

Los medios se mueven en la mitad de un conflicto permanente de intereses múltiples, que disparan mensajes equivocados dirigidos a prevalecer desde demasiadas orillas disimiles movidas por finalidades contrarias al bien común del desarrollo humano inclusivo. Hay un bombardeo cruzado de mensajes o “fuego amigo encontrado” con cruce de conceptos contradictorios sobre los medios, que inválida procesos y grandes esfuerzos por la prevalencia de los derechos de personas testimonio de grandes logros, avances menoscabados por las estrategias planes de negocio basados en la “ayuda especial para personas especiales” usadas por quienes destruyen procesos de transformación cultural, construcción de imaginarios equitativos, y desarrollo inclusivo efectivo, valores contrarios al interés particular de la filantropía negocio. Valdría la pena establecer el porcentaje de recursos captados en procesos de cooperación, que llegan en realidad a entregar resultados en inclusión no de papel sino en personas ejerciendo calidad de vida autónoma desde la condición de discapacidad. Es una realidad que está pendiente de ser mostrada.

Vender discapacidad, rentabilidad basada en preconceptos que dañan imaginarios

Un paso adelante y dos atrás. En un escenario con tantos intereses particulares, individuales, desinformando, distorsionando realidades y procesos, reforzando pensamiento excluyente que prefiere entregar una dádiva, limosna disfrazada de ayuda a transformar prácticas de gestión productiva que incorpore el capital humano que constituyen las personas en condición de discapacidad, previo desarrollo de sus competencias, es muy escasa la probabilidad de avance cultural hacia imaginarios equitativos.

Tal grado de contradicción y confrontación de intereses particulares, confunde y refuerza el desinterés y la apatía de informadores y medios que han demostrado en buena medida disposición para abrir sus agendas temáticas y parrillas estratégicas de contenidos al tratamiento de los asuntos propios y realidades sociales de la población que vive situación de discapacidad.

Los espacios abiertos en medios, periodistas interesados en el tema, escuelas de formación de comunicadores e informadores, se ven afectados de manera continua con el cruce indiscriminado de mensajes, que van desde la eterna discusión sobre como denominar la condición de discapacidad, hasta la negación y descalificación de los procesos realizados con iniciativas públicas o privadas.

En una ocasión la primera dama de la ciudad, esposa del alcalde, llegó a un escenario académico a descalificar el concepto de persona con discapacidad consignado en la Convención ONU sobre Derechos y Discapacidad, porque ella por decreto del despacho de su cónyuge mandatario, conquista de incidencia política unilateral de una Fundación con estrategia institucional, las llamaría a partir de la fecha personas diversamente hábiles. Este tipo de situaciones ante periodistas y medios, determina un conflicto desinformativo propio de la confusión que genera el cruce de mensajes impuestos. Tan solo un botón para la muestra, de cuales amenazas permean, detienen, afectan y reversan el proceso transformador de cultura para la inclusión informativa de las personas que viven condición de discapacidad.

Medios sin Miedos a la diversidad. Construido desde la discapacidad útil para todos

Así como todos los accesos construidos, las barreras suprimidas, los avances tecnológicos alcanzados y la transformación de pensamiento que derriba segregación y discriminación, son logros que benefician la calidad de vida de todas las personas, el paso de la visión de normalidad unidimensional a la conciencia plena de diversidad, pensamiento multidimensional, otorga una apertura total del ejercicio informativo a un periodismo inclusivo de plena calidad sin la “minusvalía” de los preconceptos y estereotipos.

Evolución. ¿Para donde va el periodismo? Sin desconocer la apertura de espacios en las agendas informativas y de contenidos en medios, pensamiento receptivo de informadores y comunicadores, es habitual observar un periodismo anclado en el preconcepto de normalidad, periodismo para la normalidad, que debe subir su capacidad inclusiva a la conciencia plena del valor de la diversidad, estadío en el cual se sobrepone a estereotipos de uniformidad discriminatoria y excluyente que menoscaban su ejercicio de mayor calidad. La diversidad es el potosí que debe hallar el periodismo para encontrar el camino en su búsqueda coyuntural, ante la avalancha de poder y autonomía informativa asumida por los usuarios, que parecería para algunos el apocalipsis de la profesión.
El periodismo tiene un reto mayúsculo en alcanzar su dimensión inclusiva. Las personas en condición de discapacidad tienen el desafío de la coherencia para no reforzar preconceptos según el interés de turno cada día. Esencial recordar que en el mundo de la imagen la premisa “Según te ven te tratan” es una verdad revelada. La institucionalidad tiene la responsabilidad de abrir procesos de gestión informativa que hagan posible tejer una masa de mensajes inclusivos, que demuestren logros, capacidad, derechos como antídoto contra los estrategas del negocio perverso de la venta de discapacidad.

Desafíos, importantes avances y amenazas constantes contra un proceso con una complejidad que aumenta el grado de dificultad para lograr el ideal de la inclusión comunicativa e informativa hacia la transformación de imaginarios sociales justos y equitativos. <>

Escrito por Hernando Ayala M.
Periodista Director DPS DISNNET PRENSA SOCIAL
Para Revista Alteridad – INCI.