domingo, 24 de julio de 2022

GRITOS, JÓVENES Y SORDERA VOLUNTARIA .... RAJADOS

 Disfuncionales en capacidad de escucha y comprensión. Ambas orillas. Gobernar por twitter enardece. 

No más política ni conversación pública energúmena. El manicomio virtual de la burbuja del poder con sus mañas en trinos demenciales.  

Existe un tipo penal en legislación de primer mundo que castiga la ceguera y sordera voluntaria. Hacer la vista gorda puede llevar a la cárcel y perder mucho dinero. En el fútbol hay sanciones contra la voluntad amañada, mañosa, llamada pérdida deliberada de tiempo. En Colombia no, el vencimiento de términos judiciales es una salida habitual hacia la impunidad.  

En los juegos de niños se veía en aquel tiempo una práctica efectiva en cualquier alegato infantil .... manitos en los oídos y a grito firme "no oigo, no oigo, no oigo" para anular a quien increpaba. La sociedad enferma de tantos males crónicos llegó a la disfuncionalidad para escuchar y por ello el entendimiento es su mayor carencia. Lo habitual es oír sin escuchar, para reaccionar sin comprender. Reactividad gritada. Desde que comenzó este siglo propusimos a la Federación Nacional de Sordos de Colombia liderar una pedagogía social transformadora de cultura para enseñar a los colombianos a escuchar para comprender. Escucha efectiva. Ellos son los mejores, no se dispersan en su dialéctica lingüística.   

En la sociedad enferma, supuesta democracia más "sólida y antigua" del  hemisferio sur en occidente, eso dicen los demagogos colombianos, resulta que en el hemiciclo más ostentoso, oneroso, con los sueldos más costosos de la burocracia, pagada para el ejercicio profesional de la dialéctica en función pública parlamentaria, aprendices y veteranos mañosos no saben hacer su trabajo. Se visten de gala para un debut en el Salón Elíptico, recinto supremo de la democracia representativa y quedan incapaces en su primera fotografía. Algo así como vomitar por voluntad en la mitad de la gala. Bochorno del 20 de julio entre dos bandos de dignatarios auto degradados.  Empleados de poder público ejecutivo y legislativo igualados en reyerta de playa. El primer nominado de la nación salió peor librado que sus contrincantes. 

Rajados por irrespeto, cero honorables 

Les pagan cada día mucho más de lo que gana un obrero en todo un mes, sólo para que escuchen, hablen con respeto, controviertan y decidan de acuerdo por mayoría y no son capaces. Son incompetentes, negligentes, incapaces de parlamentar (...). A cambio ofrecen el peor mal ejemplo de incoherencia. No se escuchan, se insultan a gritos y se irrespetan. No llegan a cincuenta años la mayoría de la renovación y el cambio. Honorabilidad cero. No la construyen, ni ganan, ni merecen. Perdieron la primera impresión. 

Se hicieron elegir para honrar la democracia representativa, en actividad parlamentaria, la dialéctica profesional, de excelencia, el trabajo del diálogo, dirimir ideas en diferencia y en su debut de pasarela fashion para el tapete rojo y las cámaras, no cumplen la misión. Ni en forma ni fondo. "Aunque se vista de seda ...."  ¿Les hicieron una inducción?. ¿Les explicaron la norma?. ¿Habrían aprobado un examen de ingreso a la misión parlamentaria?. 

La sociedad líquida del vacío pretende entenderse en la estampida digital, la vida WhatsApp, Iphone, smartphone, en algarabía energúmena, a los gritos, palos y piedra virtual, barbarie simbólica y verbal. Como si el poder someter fuera cuestión de mayor habilidad para agredir, denigrar, degradar. Pudor, vergüenza, honor, discernimiento, ponderación, sindéresis, son significados vaciados, abolidos, inexistentes en el poslenguaje y desentendimiento de los protagonistas del poder público actual. 

Llegó por lana y lo trasquilaron.  El primer energúmeno, al que le pagaron cuatro años el primer sueldo del erario, el más caro, fue el más gritón. Revanchista, vociferante, "rabón" dice la jerga de primera línea, llegó al inquilinato a provocar y torear la turba y de ahí no se movió. No dió la talla, no logró estatura para merecer. La culpa es de quien lo subió como jinete del tigre, el cargo lo devoró. Nunca tuvo peso específico para ejercer la función. Todo lo que gritó como parlamentario para censurar,  oponerse y descalificar a su antecesor, todo lo hizo para peor. No es creíble. Decepcionó y defraudó en materia grave a los jóvenes con actos e imágenes imborrables. Nunca rectificó, ni presentó disculpas, ni asumió empatía con las víctimas ni los más vulnerables. Siempre en uniforme de fuerza pública, bastón de mando y sobreactuado del lado de la plutocracia.   Ensoberbecido se negó a escuchar a sus coetáneos no pertenecientes a su congregación ideológica y manoseo algún diálogo usado para apagar el estallido. Imposible que pudiera recibir reconocimiento de todos los que votaron ahora en su contra, los electores del nuevo gobierno. Sin aterrizar en cuatro años ni entender, se va a la viudez y orfandad de poder en su fantasía de genio incomprendido como Bolívar, según dice. 

En autoridad, humanidad, desarrollo y crecimiento humano, perdimos cuatro años. Los "vanidositos" del poder burocrático con su alfombra roja omnipresente y sus expediciones interoceánicas de avión presidencial, todo ese embeleco de jugar a ser emperadorcitos, reyecitos de triste mala laya, amigos de secta y todas sus jugaditas, pagaron la novatada y pedantería impuesta a la mayoría que no los eligió. Declararon su reino omnímodo e impune con diez millones de votos de treinta y nueve millones de cédulas sufragantes activas en esta elección. Además del desastre material la demanda por daños morales es inmensurable.  Nunca sabrán lo que hicieron. Seguirán en posición fetal centrados en su ombligo. Ceguera y sordera voluntaria del entendimiento imperdonable más que punible. Muy lejos inferiores a la misión. Por ello el cambio que ojalá no se quede en frustración mayor  si el nuevo inquilino de verdad logró salir de su mito ombliguero. A despecho de sus más febriles militantes inexpertos, el mandatario entrante está dejando de lado a los inexpertos para equilibrar cargas en el peso de la responsabilidad con el contingente de experiencia y veteranía, con reincidentes en alta burocracia primera línea, profesionales calificados de tercera y hasta cuarta edad en algún caso. Los más briosos van de cuarenta y cincuenta en adelante. Tiene todo, respaldo suficiente y el despecho de los más feroces saboteadores de lo público con hambre de volver a por todo. Ahí claman un golpe de estado en el manicomio de su secta twitter envenenado.

O cambiamos o nos quedamos en el barro irrelevante del atraso y moridera invisible. Solos en la disfuncionalidad humana. 

  

Escrito por Hernando Ayala M. Periodista     Mail   disnnet@gmail.com 




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