domingo, 3 de julio de 2022

GOBERNANZA COLOMBIA ... MÁS ARRIBA DE LA GOBERNABILIDAD CÁLCULO DEL PODER POLÍTICO Y ECONÓMICO

 Legitimidad en sintonía con todos los actores sociales incluidos los colombianos en mayor vulnerabilidad es el blindaje efectivo del gobierno de 2022 a 2026. 

Atemperar la animosidad de los sectores del poder económico y político, es el primer paso del gobierno entrante para contrarrestar la reciedumbre del acoso de su oposición.    

Más de la mitad de los colombianos no ven lo público ni la gestión del Estado con lente partidista, ni orilla ideológica manifiesta, ni permite auscultar su postura frente a la realidad que se vive como sociedad.  Veintisiete millones de colombianos no participaron en la elección de nuevo gobierno, diecisiete millones de ciudadanos entre ellos, portadores de cédula y derecho a elegir no votaron y veintiocho millones de responsables del derecho deber de votar, no lo hicieron por la fórmula elegida para dirigir el Estado durante los siguientes cuatro años hasta 2026. Diez millones y medio de electores votaron contra la elección de los nuevos dignatarios responsables de la Presidencia y Vicepresidencia de la República de Colombia. Así se resume la distribución del peso de la democracia electoral colombiana. 

Pensar el Estado y lo público desde una lente suprapartidista, con mirada desde el cenit del mapa completo que abarca el territorio colombiano, por encima de los intereses específicos, de colectivos ideológicos y proyectos de poder electoral, ver el arca completa con todos dentro desde el plano general, es la responsabilidad esencial de dos actores que deben trascender su propia subjetividad y ampliar el zoom de su lente hasta el alcance completo de la objetividad para lograr comprender qué es una nación completa y cómo se dirige de manera justa para todos sin dañar derechos de ninguno de los pasajeros a bordo. Los dos actores del proceso con obligación irrenunciable de tener todo el país en la cabeza son el gobierno leal para todos  y cada ciudadano consciente de su misión como parte de una democracia digna en una sociedad sana y libre. En Colombia no ha sido posible este nivel de conciencia responsable demostrada y verificada en los actores indicados. 

"Esto es de amigos y sólo con los amigos porque nadie mete al pastel a los enemigos. Es que así funciona la sociedad", es el paradigma verbalizado por el presidente del "alma mater" de un régimen que gobernó cuatro años para su cuadrilla. "Los que están conmigo tienen chance" es la convicción de todo operador de poder público, ordenador de gasto, mandatario elegido, en la lógica de la democracia electoral que es la única versión que maneja el saber común en la patria de la exclusión, segregación, inequidad y más seres humanos en situación de extrema vulnerabilidad por pobreza y hambre, mayor número de pobres que de electores. Así no hay nación, ni dignidad, ni convivencia, ni posibilidad de paz. 

Cada que se consuma la democracia electoral, dimensión miope y recortada de la democracia íntegra, leal, completa día a día, la preocupación inmediata de los comensales que se declaran con derecho a erario, torta pública, es como vamos a ensamblar la "gobernabilidad", es decir el acuerdo de conformidad entre los que detentan algún grado de incidencia y poder para interferir el giro normal de la administración pública en sus diversas ramas controladas por un régimen presidencialista  inmune e impune, en un ejercicio autocrático reverencial para los subalternos de la distribución de "bendiciones"  burocráticas, contractuales y omisiones deliberadas para no tocar intereses que solo necesitan eso, no ser molestados. "En Estados Unidos los aportantes a las grandes campañas electorales que definen el gobierno federal, la presidencia de la unión, no piden nada a cambio, tan sólo que no los miren ni molesten durante todo el tiempo y los dejen hacer lo que quieran", dicen los que saben de la política gringa donde la venalidad está maquillada y perfumada a extremo para que sea de ensoñación en el paraíso del sueño americano. Apariencia con fondo terrible.     

La gobernabilidad es la forma de neutralizar los ánimos entre los distintos factores de poder con capacidad de poner palos en la rueda a un gobierno, para que todos contentos dejen rodar el tren del proceso. El entre amigos que me dijo por primera vez como explicación a su curubito burocrático repentino un discípulo del exministro Daniel Arango Jaramillo, año 80, intentando entender algo en aquel tiempo de inicio, sigue tal cual vigente en la llamada política electoral negocio de este tiempo y en lo que hay al frente del mando si que ha aplicado a extremo, de manera ofensiva, odiosa y burlesca. La indelicadeza y actitud desafiante de un gobierno abusivo ha tenido múltiples pasajes en el periodo agonizante en sus últimos estertores para el nuevo viudo y huérfano de poder a un mes de su salida con más pena e ingrata recordación. Ha sido grosero el comportamiento en aquel solio. Todo han querido devolverlo en el tiempo a un siglo atrás en materia de derechos. Ni siquiera en su anuncio de convertir la nación en paraíso digital cumplieron porque los famosos Centros Poblados con el robo de 70 mil millones dejaron a niños de todo el país por fuera del sueño naranja que no se cumple para la mayoría. 

El estado ideal de democracia que deben construir los jóvenes nacidos en este siglo, quienes configuran el relevo que promovemos en nuestra pedagogía Empate 21, relevo de todo lo que hay al frente de lo público y el poder en todas sus variables en la sociedad trastocada y rayada que se vive, es el escrito en la promesa de democracia participativa en la diversidad pluralidad con que fue concebida la Carta Política, el Pacto Social, la Constitución Nacional de la Paz promulgada en 1991 para el desarrollo de una Democracia Leal fundada en el poder ciudadano genuino, el que hizo valer su capacidad decisoria en proporción irrefutable el pasado 19 de junio para avanzar en el relevo, el cambio inaplazable en Colombia. 

Gobernanza, es aquel estado soñado por ese acuerdo de coexistencia que rige como ley de leyes en el Estado Social de Derecho que es Colombia hace 31 años, la vida completa del segundo hijo que nos encomendó la vida en nuestra alianza familiar desde donde se escribe este punto de vista con adn Ayala Ruiz. Esa ilusión representada en un ciudadano que sigue avanzando hacia el logro de hacer realidad dicha promesa,  es la que deben materializar todos los nuevos, los jóvenes como quienes tienen cédula estrenada en este siglo. Gobernanza es el gobierno de todo lo público, todos los derechos, con todos, sin nadie atrás ni por fuera, todos sintonizados con la responsabilidad y el deber ser ciudadano. Como en Escandinavia, o Nueva Zelanda, quizá en proporción importante en Canadá y en Japón. Todos de manera leal responsables, ejerciendo y decidiendo en función de sacar adelante el arca colectiva. 

De ese tamaño y alcance es el cambio ordenado por quienes designaron dignatarios responsables, subalternos de leyes y ciudadanía los empleados mandatarios nombrados, que no alcanzarán a conjurar todo el sabotaje que tienen preparados los enemigos de su perspectiva ideológica. En la siguiente conexión sintonía  hablemos de Gobernanza en la ruta de salir de esta realidad actual y dejar atrás la deslealtad que desgobierna en tantos lugares. Aquí el ejercicio de gobernar aún se hace desde la lógica triste y pobre de excluir, enroscar, sacar, anular adversarios y contradictores. hacer la vista gorda y mirar para otra parte en las violencias que arrasan los derechos como la vida misma de los más vulnerables. Gobernabilidad es el arreglo de intereses privados, particulares, específicos de quienes pueden interferir para imponer sus necesidades parciales.  Gobernanza es la dimensión del respeto, inclusión y equidad en lo público, el bien común, los asuntos de todos.

Escrito por Hernando Ayala M. Periodista     Mail   disnnet@gmail.com 



No hay comentarios:

Publicar un comentario