domingo, 2 de octubre de 2022

DELITOS DE ODIO, MAL BANAL Y CAVERNA DIGITAL

  • La ceguera voluntaria del odio fanático disociativo anula el entendimiento y desborda la inconsciencia hasta la inutilidad dañada. 
  • El desmadre de pasiones en odio visceral lleva a tragedias brutales como los 127 muertos en un estadio de fútbol en octubre de 2022. Ruido de miedo envenenado. 

El brillo enajenado en los ojos ante las cámaras en trance de odio incontenible, era la expresión más sobrecogedora de las voces que expulsaban sin medida palabras ignominiosas con violencia simbólica de peor discriminación. "Con un comunista no se discute,  tiro en la mula y pal río " señalaba la mujer sin freno. Banalidad del mal.  ¿Qué trajo a éstas personas hasta este estado de irracionalidad?. ¿Sigue expulsando el mismo ruido de miedo envenenado después del escarnio y el aviso de "se busca" en la palestra mediática?.  Fue el saldo más difundido de la primera marcha protesta de oposición al gobierno en sus cincuenta días de instalación e incertidumbre para el miedo al cambio.

Eichman, el genocida nazi insistía ante el tribunal que lo condenó en su inconsciencia de los delitos cometidos contra la humanidad. Sus descargos sin pensar en el daño causado repetían sin argumento válido ni controvertir cargos,  que había cumplido su deber. Hacer el mal por una causa que su secta fanática idealizó como lo debido. Sociopatía  eugenésica. Banalidad del mal, en Hanna Arendt. Como en el trastorno de personalidad, cometer el crimen y enterarse después de lo hecho. 

Delitos de odio se incuban en cada expresión que daña dignidad en todo ámbito público. Una mujer madre de un hijo con autismo murió quemada viva en México en julio de 2022, hecho desencadenado por odio incontrolado contra la persona con discapacidad y su condición de vida. 

Las palabras tienen consecuencias. No toda expresión, idea u opinión es respetable si no contiene responsabilidad, ponderación ni mérito de credibilidad. No puede existir delito de opinión o pensamiento donde no existe vulneración de derechos ni violencia simbólica significante.  Impunidad no puede ser costumbre con maromas y burlas a la justicia mediante retractaciones, rectificaciones y conciliaciones.  Hay conductas que se comportan en una caverna global con su banalidad verbal en delirio influencer para hacer daño. 

En esa linea de creencias hay depredadores, saqueadores, corruptos y despojadores, que siguen convencidos de estar estar haciendo lo de ley" con la coima y todas las costumbres moneda corriente en la venalidad que abruma el ejercicio de lo público. Todo es costumbre, amaño, acostumbramiento, complicidad y apego delincuencial,  solidaridad de cuerpo delictivo normalizado

Existe vandalismo simbólico en esos bochinches, estridencias que parecieran libreteadas, pero el brillo en los ojos de aquellas personas y su banalidad verbal, exhiben una degradación de la ignorancia política hacia el peligroso extremo de la violencia moral, simbólica y luego material. Hay que parar el negocio del odio lucrativo que tanto usaron quienes dividieron la población en bandos de intolerancia visceral. El enemigo interno no puede ser más doctrina inútil de gobierno impune como los desastres ya vividos. 

Una caverna global de olor maligno  creciente en descomposición se expande en eso que llaman "bodegas",  bandas de gamberros digitales a sueldo para envenenar la conversación pública de plataformas como twitter y facebook con violencia lingüística y delitos de odio desde el anonimato permitido por esos negocios digitales. No puede ser un estado permanente impune esta violencia significante de odio degradante contratado en perfiles y cuentas falsas en tales redes sociales, práctica que sigue dañando el relato social.

Donde los argumentos de controversia política son insultos nada más, descalificaciones y ofensas, la información justa y potable se oculta con la falta de transparencia e integridad en un estado generalizado de corrupción e inutilidad que necesita distraer, tapar y aumentar la ignorancia común. Desinformación, manipulación y oscuridad ha sido la constante en el régimen de corrupción agravada durante el actual siglo en las diversas capas de Sociedad y Estado en lo público.  

Vivir sin daño y sin miedo es posible sólo donde todos los seres humanos de una sociedad han alcanzado el saber mínimo vital de respeto irrenunciable por toda vida digna que es cada persona en conciencia de coexistencia pacífica en la diversidad humana. Nadie puede decidir sobre la vida, autonomía y dignidad libre de ningún ser humano diferente. Ése saber elemental lo ignoran en nefasto mal ejemplo personajes públicos referenciales muy imitados por sus seguidores. 

Escrito por Hernando Ayala M. Periodista   Programa Sociedad para Todos 30DS   E Mail disnnet@gmail.com    





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